«Mi hijo Mark tiene 37 años, un hombre grande con una gran sonrisa y un corazón tierno. Pero por dentro, él es todavía un niño pequeño…».  Así comienza una petición lanzada en Change.org por International Campaign for Responsible Technology (Campaña Internacional por una Tecnología Responsable).

«Cuando tuve a Mark, yo tenía 19 años y trabajaba en una planta de ensamblaje de productos electrónicos en Silicon Valley, California. Mi trabajo era fabricar puntas para láseres. Cada día, mezclaba un polvo verde con un líquido para hacer lo que yo llamaba «pasta verde». Entonces lo calentaba para pegarlo con pequeñas partes de cristal. Mi empleador me dijo que el trabajo era seguro. Yo no tenía ni idea de que esto causaría más tarde a mi hijo terribles daños físicos y mentales».

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Esta es la historia – una entre un millón- de una antigua trabajadora de la industria electrónica y ahora defensora de los derechos laborales de los millones de personas que trabajan en este sector, muchas veces en condiciones de explotación y de insalubridad, como hemos recogido en algún post anterior. Y con ella, International Campaign for Responsible Technology (ICRT), «una red internacional  de solidaridad que promueve la responsabilidad de empresas y gobiernos en la industria electrónica global», ha lanzado una recogida de firmas dirigida a Apple, Samsung y Foxconn, tres de los principales fabricantes de electrónica en el mundo, para que se sumen al «Challenge to the Electronics Industry(desafío para la industria electrónica). Este desafío constituye una llamada a este importante sector empresarial para limpiar sus acciones.

Promovido por ICRT y GoodElectronics, otra importante red internacional -con apoyo actualmente de la Comisión Europea- que agrupa a organizaciones involucradas en la defensa de los derechos hge-logoumanos y la sostenibilidad en la industria electrónica, el desafío plantea cuatro importantes retos a las empresas: ser transparentes, usar componentes y químicos más seguros, proteger a trabajadores, comunidades y medioambiente, y compensar y remediar el daño hecho a estos tres agentes.

 

Con este post completamos esta pequeña «trilogía» de entradas donde hemos abierto una puerta a uno de los temas más graves y ocultos de la industria electrónica: las condiciones de producción de los millones de aparatos digitales que utilizamos todos a diario y sobre los que giran cada vez más nuestras vidas. Seguiremos informando sobre ello. Mientras, te animamos a firmar la petición para que las cosas se puedan ir haciendo un poco mejor.

 

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