COP21Entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre se ha venido celebrando en la capital francesa la Vigésimoprimera Conferencia de las Partes (COP21), más popularmente conocida como Cumbre del Clima de París, el mayor encuentro nunca realizado de naciones por un fin común. Más allá de los resultados finalmente alcanzados, dentro de un blog como este no queríamos dejar de echar un vistazo a qué presencia ha tenido el tema que nos ocupa, el papel de las TIC en relación a ese cambio climático, en una cumbre como esta. ¿Es el impacto de las TIC un tema relevante en el mayor evento dirigido a combatir el cambio climático? ¿O solo se ven como un elemento en favor de la solución,…? Veamos.

 

 

Lo primero que nos ha llamado poderosamente la atención es la aparentemente poca presencia que el tema de las TIC y su importante impacto sobre el medioambiente parece tener. Recordemos que las estimaciones de Greenpeace hablan de que el sector de las TIC es responsable del consumo del 8% de toda la energía mundial y que ya en 2008 la propia industria consideraba que sus emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaban el 2% del total mundial, similar o incluso por encima de la industria de la aviación (si realmente el consumo ha alcanzado el 8%, cuesta creer que ese porcentaje de emisiones no haya aumentado, o que incluso se estime que pueda llegar a bajar del 2% para 2030 según nuevas estimaciones de la industria de las TIC, viendo que es un sector con un crecimiento imparable y que todavía, como señala Greenpeace, está muy lejos de sostenerse preferentemente con energías renovables).Ya en 2009, por otro lado, un informe de la Agencia Internacional de la Energía preveía que para 2030 el consumo energético de las TICs y los dispositivos electrónicos solo en los hogares a nivel mundial equivaldría a todo el consumo residencial actual de dos países como Estados Unidos y Japón juntos (equivalentes a una factura eléctrica de 200 mil millones de dolares). A esto habría que añadir el impacto que tiene la basura electrónica sobre el medioambiente, esas 42 millones de toneladas anuales de las cuales el 85% no recibiría un tratamiento adecuado.

Entre los temas que copan la agenda y las iniciativas de la cumbre, es decir, aquellas cuestiones que más parecen preocupar, encontramos los tradicionales: agricultura, transportes, bosques, edificios, ciudades, etc. Ningún espacio concreto sobre la industria de las TIC. En el apartado de empresas, también destacan los sectores del petróleo y el carbón, lógicamente, y otros como los transportes. Y encontramos algunas iniciativas, por ejemplo, para mejorar la eficiencia en el ámbito de los electrodomésticos, pero no en equipamientos directamente relacionados con las TIC. Igual ocurre entre las acciones de la Plataforma para la Aceleración de la Eficiencia Energética Global, plataforma que como su nombre indica busca generar compromisos y planes de acción de eficiencia energética público-privados y que se centra en sectores específicos como, de nuevo, la construcción, la iluminación, los electrodomésticos, sistemas de energía de distrito, la industria y el transporte.

cumbre-del-clima-paris-cop21Queda claro, pues, que el sector de las TIC no ha entrado dentro de la agenda del cambio climático. ¿Es esto posible? Bien es cierto que puede considerarse que las TIC son un asunto transversal a todos los sectores, y ciertamente lo es porque en todos ellos está presente y así se estudia el impacto favorable que sobre todos ellos puede tener la extensión de su uso, sin duda muy relevante, y se lanzan iniciativas en favor de la transferencia tecnológica para reducir las emisiones de CO2, entre otras iniciativas. Pero no podemos olvidar, como bien sabemos, que las TIC son un sector en sí mismo con su propio impacto individualizado.

Tenemos que bajar al nivel, digamos, micro para encontrar la presencia concreta de la industria de las TIC. Una de las iniciativas entre las empresas es un repositorio de compañías comprometidas a andar el camino hacia su sostenimiento exclusivamente con energías 100% renovables. Entre ellas podemos encontrar felizmente a varias provenientes del ámbito de las TIC, como Adobe, British Telecom, Philips y, destacadas por su relevancia, dos de los gigantes mundiales: Microsoft y Google, ya ensalzadas por Greenpeace en su último informe como dos de las empresas más comprometidas con su sostenibilidad. Algunos de los dirigentes de estas empresas también han obtenido cierto protagonismo alrededor de la cumbre: por ejemplo, varias de las mayores fortunas del mundo anunciaban la creación de una plataforma para financiar proyectos de desarrollo de energías limpias en el mundo. Entre ellas, Bill Gates (Microsoft), Marck Zuckerberg (Facebook) y Jeff Bezos (Amazon). Si bien los dos primeros sí han demostrado ese compromiso con la energía limpia a través del movimiento de sus empresas hacia su sostenibilidad, llama mucho más la atención el papel de Bezos, pues según documentaba Greenpeace en el citado informe, AWS -filial de Amazon para el almacenamiento de datos que acapara el 28% del mercado mundial- no se destaca precisamente por su compromiso con la energía verde. Veremos si este es un cambio de posición de la compañía o simplemente que es más fácil dar una pequeña parte de su inmensa fortuna para compensar un poco el enorme impacto sobre el medioambiente de sus propias empresas.

Sin llegar a ese compromiso de 100% renovables, otras empresas del sector (entre otros sectores) también han mostrado sus compromisos frente al cambio climático sumándose al proyecto NAZCA (Non-State Actor Zone for Climate Action). A través de su portal se puede ver qué empresas y en qué medida tanto del sector del hardware y equipamientos tecnológicos como del software y de los servicios de telecomunicaciones se han lanzado a este compromiso. También hay un apartado específico para los medios de comunicación (por cierto que de entre todas las empresas en estos sectores solo aparecen tres españolas, Indra, Telefónica y Euskaltel, y no con compromisos demasiado ambiciosos comparadas con otras compañías)

cop21-redondaEn todo caso, casos concretos aparte, se echa en falta un compromiso global del sector en sí de las TIC como sí ha ocurrido, por ejemplo, con el sector de la aviación. Podemos concluir, pues, que parece que este sector aún no ha entrado en la agenda de los ámbitos prioritarios a atender a la hora de frenar el cambio climático. ¿A qué se deberá si los datos afirman sin lugar a dudas su importante, y creciente, impacto? ¿Tiene el lector alguna posible hipótesis al respecto? Os invitamos a comentar vuestras impresiones y si se nos ha pasado algo relevante en relación a las TIC y la Cumbre de París, también a compartirlo en los comentarios.

 

Por cierto, una última sugerencia para los organizadores de estas cumbres climáticas: a la hora de calcular la huella de carbono de estos eventos, un acto loable y lógico por otra parte, se podría tener en cuenta no solo los viajes de los participantes registrados, las instalaciones de la conferencia y las actividades locales sino sumar también el uso intensivo de las TIC que se hace durante las mismas, respondiendo a cuestiones como: la ingente cantidad de información generada en torno a la cumbre, ¿se está alojando en servidores sostenidos con energías renovables? Al menos los organizadores de la cumbre han elegido Instagram para colgar las imágenes del evento que según los datos de Greenpeace es el portal de fotos que más energía verde utiliza  🙂

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